martes, 27 de mayo de 2014

Recuperando nuestras tradiciones


El etnomusicólogo José Manuel Fraile Gil, viajó a Hoyocasero para recoger y grabar la tradición de la zambomba en nuestra localidad.
Con los preparativos para comenzar.
En el blog de este reconocido historiador (http://disquisicionesgalanas.blogspot.com.es/), podemos encontrar el siguiente resumen sobre el autor: José Manuel Fraile es madrileño y se ha dedicado al estudio de la Cultura Tradicional desde 1980. Entiende ésta como un valioso abanico cuyo paraíso sostienen las varillas de múltiples disciplinas remachadas todas por el clavillo de una filosofía, de una manera de vivir que ha desaparecido de nuestros pueblos y ciudades en los últimos cincuenta años. De sus investigaciones cabe mencionar la edición de "Estampa de Castilla y León", acercándose al mundo de la literatura oral en "Cuentos de la tradición oral madrileña" y "Conjuros y plegarias de la tradición oral", así como numerosos artículos en revistas especializadas complementando sus trabajos con grabaciones de campo. En este sentido, destacan la "Antología sonora del romancero panhispánico" o la dirección de la colección fonográfica "Madrid tradicional", con documentos musicales de comarcas y localidades de esta comunidad autónoma.



La persona encargada de ponernos en contacto Carlos del Peso, un abulense afincado en Palencia que no duda en acordarse de nosotros cuando surge cualquier llamada hacía el folclore abulense, y tras concertar el día, el pasado 17 de mayo nos reuníamos para celebrar la "Nochebuena".
Gracias a la quedada con José Manuel, nos pusimos al  habla con los más mayores de la casa y logramos recopilar varias cuartetas de las que habitualmente se cantaban ese día tan especial en nuestro pueblo, y también nos recordaron como se fabricaba un elemento imprescindible "la zambomba". Hecha con la vejiga (zambomba) del cerdo o con la grasa de los chicharrones, se convertía en instrumento fundamental para acompañar los cánticos de los más chicos y los más grandes. 

Estos villancicos iban acompañados por saludos a las puertas de las casas: "cantamos o rezamos o nos dan el aguinaldo", o "cantamos o rezamos o a la puerta nos cagamos". Seguro que más de uno al leer esto se le viene a la cabeza cuando se juntaban con sus amigos y acudían a las casas a cantar. Allí les esperaban los aguinaldillos (chorizos que se rompían al hacer la matanza y que las mujeres guardaban para dar el aguinaldo), algún que otro trozo de turrón..., o algún dulce de la época y sobre todo un público que les escuchaba atentamente y siempre les decía que lo habían hecho muy bien....

En un primer momento nos íbamos a reunir en las escuelas pero al final fue la casa de mis padres la que se convirtió en punto de reunión, y allí tío Flores al Calderillo y mi padre, Mariano, a la zambomba comenzaban dos horas de charla y cántico que nos hicieron pasar una buena tarde de sábado.

Desde aquí queremos agradecer a José María Fraile Gil y a Lourdes Hernández de Pedro que se desplazaran hasta nuestro pueblo, les queremos agradecer su interés por recuperar nuestras tradiciones pues sabemos que en un futuro no lejano, nuestros descendientes podrán encontrarse con los tesoros culturales que encierra nuestra zona.
Y también quiero agradecer a todos los que colaboraron para que de una forma u otra pudiéremos disfrutar de las zambombas, tanto a la hora de fabricarlas como en la aportación de las vasijas sobre las que se realizaron.
Y aquí os dejamos algunas estrofas de los villancicos, ojala en la Nochebuena de 2014 los oigamos entonar en las calles de Hoyocasero.

Esta casa es casa grande
Aquí vive un gran señor
Tiene la mujer bonita
Y los hijos como un sol.

De quien son aquellos prados 
Que de lejos verdeguean
Son del señor Evaristo 
Que por ellos se pasea.

Ya se vienen los pastores
Ya vienen por el majano
Y cantan a las estrellas
Que al portal vienen llegando

La zambomba tiene pujo
Y el que la toca cagueta
Si no nos das el aguinaldo
Nos cagamos a la puerta.


lunes, 12 de mayo de 2014

ORGULLOSA DE SU PUEBLO Y DE SUS RAICES.

Hoy en esta entrada quiero compartir con todos vosotros la entrevista publicada el pasado día 8 de mayo en el diario EL PAIS a una de las Coordinadoras de este blog en la que nos hablaba de sus 25 años como Guardia Civil, por supuesto sin olvidar sus raíces, nuestro Hoyocasero.

Para empezar quiero recordaros que el año pasado se celebro el 25 aniversario de la entrada de la mujer en la Guardia Civil. Aunque ya desde 1948 existía la figura de la matrona que no portaba armas ni insignias, no fue hasta 1988 cuando se regulo el ingreso de la mujer en Las Fuerzas Armadas y en la Guardia Civil.

Actualmente más de 5107 mujeres de distintas escalas desempeñan su labor en las diferentes unidades y especialidades de la Guardia Civil "mujeres luchadoras que han sabido ganarse el respeto de sus compañeros y de la sociedad en general".

Aquí os dejamos la entrevista a una de ellas, Mercedes, una de las orgullosas mujeres que entraron a formar parte de este cuerpo en los primeros años de su ingreso:


“Cuando entramos en la Guardia Civil, no había números de botas para mujeres”

Martín, agente desde los 18 años, cuenta su experiencia y su visión de la mujer en el cuerpo

          


Mercedes Martín entró con 18 años en el cuerpo. / ULY MARTÍN (EL PAÍS)




Mercedes Martín, de 42 años, nació en Hoyocasero (Ávila). De niña ya sabía que quería ser agente de la Guardia Civil, "porque en los pueblos se tiene mucha relación con los guardias". Entró con 18 años en el cuerpo con la segunda promoción de la Academia. Su mayor miedo ha sido desde entonces no estar a la altura.


Pregunta. ¿Por qué quiso ser guardia civil?
Respuesta. Lo supe casi desde que era niña. Soy de un pueblo y en los pueblos lo que ves siempre es a la Guardia Civil. Me gustaba la labor que hacían con los vecinos. En unas inundaciones vi como un guardia civil rescataba a la gente arriesgando su vida, creo que me convenció el sentimiento de dar a los demás todo y ayudar.
P. ¿Se planteó entonces las dificultades que suponía?
R. Si nos lo hubiéramos planteado, no habríamos entrado. En aquel momento en que se abre el acceso a la mujer lo que te planteas es que quieres entrar y cumplir tu sueño.
P. ¿Con qué se encontró?
R. No había números de botas para mujeres. En la Academia en ese momento, los hombres tenían como número más pequeño un 40 y había mujeres que calzaban un 36.
P. ¿Cuál ha sido su mayor miedo?
R. El mayor miedo es no estar a la altura. A nosotras mismas nos exigimos ser mejores que ellos, demostrar que estamos ahí por nuestros propios méritos. Y es a la vez el mayor reto: estar a la altura y que nadie diga que no valemos. Creo que en el fondo hemos sido bien aceptadas.
P. ¿Y el mayor orgullo?
R. El mayor orgullo es cuando sales a la calle y la gente te da las gracias porque le has ayudado.
P. ¿25 años no son suficientes para que haya una mujer general?
R. No son suficientes. La incorporación yo creo que se abrió de una forma muy lógica: primero entraron las escalas básicas y poco a poco, en función de la adaptación y la adecuación, se accede a los puestos de mando.
P. Entonces, ¿están siendo normales los plazos?
R. Yo creo que sí. Un general tampoco se hace de la noche a la mañana. La academia son 5 años de estudios, luego tienes que pasar por todos los rangos. Todo eso lleva tiempo, lleva años. No puede ser que a los cuatro días entres y seas general. Yo creo que la adaptación está siendo correcta y que al final las mujeres serán buenas generales que es lo más importante de todo.
P. ¿Es usted hija de guardia civil?
R. No, yo soy hija de civil. No soy hija del cuerpo, pero siempre hemos tenido una relación muy estrecha.
Me siento muy orgullosa de ser madre y de ser guardia civil. Ojalá, uno de mis hijos —que sea lo que quiera—, pero ojalá, uno de mis hijos el día de mañana vista el uniforme de la Guardia Civil; seré la madre más orgullosa del mundo.
P. ¿Es un ambiente relativamente cerrado?
R. No, no, esto es una oposición pública que se publica en el Boletín Oficial del Estado. La Guardia Civil hemos sido reconocidos beneméritos quizás por el grado de entrega. Por eso quizás los hijos de guardias civiles siempre han sido más propensos a entrar porque ven lo que hacemos sus padres.
[Pasa el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, al lado y se despide fugazmente. Martín contesta: "A la orden".]

 Y aprovechando esta entrada no quisiera dejar pasar la oportunidad de dar las gracias a las abnegadas familias que sin vestir el uniforme sufren las adversidades de este trabajo, de los padres a los que hemos mantenido en vilo cuando sus hijos/as marchaban a El País Vasco y había victimas de ETA todas las semanas, de los maridos y mujeres que esperan en casa mientras el deber limita la voluntad  y de esos hijos que a veces tienen que compartir a sus progenitores, sin saber a veces la hora de su regreso.


Gracias a todos los que agradecéis y valoráis esta profesión.  

Y sobre todo dar las gracias a Mercedes por su labor y por que a pesar de su trabajo y de su familia  es capaz de sacar tiempo para recuperar y compartir en este blog parte de nuestra cultura y tradiciones.

lunes, 5 de mayo de 2014

LAS ALBRICIAS, UN CANTO DE ALEGRÍA

La Real Academia de la lengua recoge lo que sigue:

albricias.

1. f. pl. Regalo que se da por alguna buena nueva a quien trae la primera noticia de ella.
2. f. pl. Regalo que se da o se pide con motivo de un fausto suceso.

1. interj. U. para denotar júbilo.


1. loc. verb. Ser el primero en dar alguna buena noticia al interesado en ella.


Desde tiempos inmemorables, se cantan en Hoyocasero, estas canciones de júbilo, acompañan el momento en el que la Virgen del Portalito se vuelve a colocar en su lugar, en el momento en el que las campanas de la iglesia tocan a Gloria. Tras la misa, todos a la parte posterior de la iglesias, al "portalito", donde se cantan los mandamientos en flores, la ronda del Cura y las albricias, este año por suerte y gracias, una vez más a la memoria de María Martín hemos logrado rescatar otras albricias, que también han sido cantadas en "nuestro portalito".
No importa el frío, siempre hay músicos dispuestos a acompañar a los encargados de tener a la Virgen del Portalito en casa durante la Cuaresma.

La imagen la Virgen del Portalito, está pendiente de lo hoyocaseranos todos los días del año, ella vigila quién pasa por la carretera y casi seguro que nos da su bendición cuando salimos del pueblo.

La tradición consiste en robar a la Virgen coincidiendo con el inicio de la Cuaresma, es decir el miércoles de ceniza, antaño eran los mozos y mozas, o los quintos los que hacían guardia para robar los primeros esta imagen, la cual era custodiada con celo para que nadie supiera quién la tenía. Tal era el celo que la virgen se pasaba toda la cuaresma entre el heno, en alguna casilla del pueblo. Hoy por hoy el éxodo rural también a afectado a las costumbres, y no hay tanto voluntario para querer robar nuestra Virgen del Portalito y custodiarla hasta el sábado de gloria.
El sábado era el día en el que se destapaba quién había robado a la virgen, cuando se limpiaba y jalbegaba el portalito, hoy es más sencillo las obras han conseguido que con barrerlo y fregarlo es suficiente, así nuestra Virgen podrá volver a ocupar su trono limpito.

A nosotros este robo nos ha permitido descubrir nuestras tradiciones, hermosas tradiciones en las que hemos descubierto preciosos romances que se cantaban por estas fechas. Existe en Hoyocasero una gran variedad de música que no se ha perdido gracias a personas como tía Eusebia y María, desde aquí os invitamos a que colaboréis con nosotros, tenemos la obligación de preservar todo aquello que hemos heredado.