lunes, 8 de abril de 2013

LA VIRGEN DEL PORTALITO, VUELVE A OCUPAR SU TRONO.

La tradición de robar esta imagen, ha pasado de padres a hijos, desde épocas inmemoriables.

La imagen la Virgen del Portalito, está pendiente de los Hoyocaseranos todos los días del año, ella vigila quién pasa por la carretera y casi seguro que nos da su bendición cuando salimos del pueblo.

Nuestros padres y seguro que antes nuestros abuelos, al entrar la Cuaresma, coincidiendo con el miércoles de Ceniza, "robaban" a la Virgen, la cual, era custodiada con celo para que nadie sospechara quién la tenía. Normalmente, el "delito" lo cometían los mozos, quienes comentaban a las chicas de su cuadrilla pocos días antes de que terminara la Semana Santa quién era el portador de la figura y el escondite, generalmente, la pobre, estaba oculta entre el heno en alguna casilla de los "autores".
Los tiempos han cambiado y este año, al ver que nadie cogía la Virgen, decidimos "robarla" nosotros. El hecho se cometió el día de la limpieza de la iglesia y al contrario que antaño, la cogimos a plena luz del día.
Ahora ya no hace falta meterla en casillas (tampoco hay ya tanto heno), este año ha estado calentita en casa y entre flores, ¡seguro nos lo agradecerá!.


Además, el robo nos ha permitido descubrir la buena memoria de nuestra vecina, tía Eusebia, quien junto a otros vecinos y vecinas de nuestra localidad nos han ayudado a conocer y recuperar viejas costumbres pero, sobre todo, nos ha permitido descubrir varias canciones y oraciones típicas de Semana Santa, entre otras la Ronda al Sr. Cura, que cantamos este año, y que hicieron emocionarse a nuestro Párroco.

Ensayo  de las canciones a cantar a la Virgen del Portalito

El sábado por la tarde, al igual que antes, las integrantes del Grupo de Coros y Danzas, nos reunimos en el Portalito para limpiarlo y adornarlo. No es por tirarnos flores, pero creemos que hicimos un buen trabajo.














Al llegar la noche, cuando finalizó la misa, el Grupo de Coros y Danzas de Hoyocasero con ayuda de laudes, guitarras y tambor, y al calor de la típica hoguera, deleitaron a la Virgen junto a todo el que nos quiso acompañar con "Las Albricias", "Los mandamientos" y la recuperada "Ronda al Señor Cura".
 

 
Y además teníamos preparada otra novedad, el domingo, tal y como era costumbre y como así nos lo han contado nuestros mayores, antes de iniciarse la misa de Pascua, recuperabamos la procesión del encuentro, el Niño de la Bola (también restaurado gracias a Juan Manuel, el Cura), salía por la puerta de atrás y la Virgen del Rosario, con sus mantos remozados (obra de María Martín), por la puerta grande de la Iglesia.



 
Ambos se encontraban en la plaza y allí se decía la siguiente poesía:
 

Tres palomitas en un palomar
suben y bajan al pie del altar
tocan a misa, rezan a Dios
Santa María madre de Dios.
La Virgen sube al cielo
se quita el manto negro
y se pone el azul,
que viene, que viene
el Niños Jesús,
que viene cansado
de andar con la Cruz.
 

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