martes, 5 de marzo de 2013

LA QUINTA DEL 1957: AMISTAD Y DIVERSIÓN POR ENCIMA DE TODO. (CUARTA PARTE).


  • Un gran nevazo caído el martes de carnaval, no impidió que las quintas torearan la vaquilla en las eras de abajo.


Los recuerdos son la evidencia de nuestro proceso vital, ellos dan cuenta de lo que hemos tenido que caminar para encontrarnos en el sitio actual ...

 
 
En esta ocasión nos vamos a trasladar hasta el año 1957, en este año entró en quinta mi padre, Mariano junto a Zoilo, Gaspar el Pielero, Martín Baila, Candi el de Vitorina, Lucio y Marino. 

Las Quintas, eran Vitoria la de tío Enrique que iba por Zoilo, por Martín tía Angelita, por Lucio Eugenia, por Gaspar fue Carmen, por Candi Florencia y la quinta de mi padre su prima Federica. 

Mientras, a nivel Nacional, el régimen del General Franco se encontraba inmerso en una crisis de gobierno, que le llevaría finalmente a cambiar a muchos de sus Ministros para solventar sus problemas internos, sobre todo en materia de educación y económica. Este año también salta otro conflicto, esta vez en Sidi Ifni, lo que obliga a que la Quinta tuviera que marcharse antes a cumplir el servicio militar 

Para empezar, el domingo Gordo los Quintos fueron al Ayuntamiento para ser tallados, en esta ocasión el Alcalde de la localidad era Tio Orosio el de Dña. Carmen y el médico D. José Molina que se encargó del reconocimiento médico. Como anécdota tenemos lo que le paso a Martín, que el pobre no quería bajar mucho los pantalones y el médico le iba diciendo “baja, baja, baja…”, y claro Martín tanto bajo el pantalón, que acabo a la altura de los tobillos….¡que buenos recuerdos y cuantas sonrisas! 

El lunes corrieron los gallos, como era costumbre y el martes……, como ha pasado esta semana, Hoyocasero amaneció por un manto blanco de nieve de medio metro, lo que no fue impedimento para que ellos celebraran su fiesta. Por la mañana bajaron y limpiaron bien la era grande que está por debajo del cuartel y por la tarde todos vestidos con sus mejores galas, engancharon la yunta de mi abuelo Resti al mejor carro que en esos momentos había en el pueblo, el de tío Nemesio, el cual lo había comprado nuevo y estaba pintado con unos alegres y llamativos colores, quién no dudo en dejárselo a los Quintos. En la plaza del pueblo montaron las Quintas con su mejor mantón y ellos con sus mejores galas y la mantilla. Mi tío Marcelino al mando de la yunta y así bajaron los Quintos de este año seguidos por todo el pueblo para ver torear la vaquilla. 

¡Menuda chapatina!, eso dice mi madre al recordar como estaban las calles del pueblo, pero nadie quiso perderse el festejo. 

La casa este año la dejaron también mis abuelos, allí hicieron su celebración los Quintos del 57, este año fue una oveja la que pasearon los quintos engalanada por las calles y tabernas del pueblo la cual como era costumbre era sacrificada el sábado y que servía de alimento para los días de celebración junto a todo lo que los vecinos de Hoyocasero les habían regalado el sábado, cuando se iniciaba la celebración. Los músicos que acompañaron a esta quinta eran Domingo y Martín Curita que se encargaron de amenizar la fiesta todos los días. 

Y el miércoles de ceniza, al “desajumorio”, el caldero viejo iba lleno de gomas de alpargatas, cuernos y crines de los animales y cualquier cosas que hiciera humo y olía mal, y así fueron pasando por las casas para ahuyentar los malos espíritus, claro esto lo hacían por la mañana, a primera hora y las mozas que había en casa, bien se preocupaban los quintos de levantarlas. 

Por la tarde se celebraba el entierro de la sardina, y hasta el Salón de Tío Emiliano echaba el cierre por cuaresma hasta el Domingo de Pascua.
 
Jura de Bandera de Mariano Martín


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